Como dicen, todo es temporal, y de la misma manera, al ser temporal se vuelve tendencia.
Las tendencias vuelven cada tanto.
Ese tanto después de casi 7 años, se cumplió.
Si no hubiera sido porque apenas recuperé la contraseña de uno de mis correos antiguos de hotmail -- con el que inicié la cuenta de Gmail y con el que inicié mis experimentos en las redes, hace alrededor de 15 años-- no regreso.
Me trajo tantos recuerdos de la escuela, de compañeros de butaca, entrañables maestros, pláticas en la inocencia de un imberbe.
Se da uno cuenta que el tiempo ha pasado y que no pasa en balde. Lo sé, me escuché como los abuelitos recordando sus años mozos, pero es que si no estuviera haciendo esta introspección --como a menudo las hago-- no hubiera entendido cosas, perdonado, depurado y finalmente dejado atrás cosas con las que uno tiende a cargar.
Lo que sí, es que a los 37 mis intereses han cambiado.
Desde aquella última vez que había abierto el mencionado y mítico correo de hotmail no había valorado aquella inexperiencia e inocencia que se lee en los párrafos y me hizo recordar varios episodios que sin duda son joyas.
Recuerdo a ese joven inexperto yo con un poco de ternura por su falta de malicia y curiosidad por experimentar la vida, lo cual en un mundo como el de hoy, en el que suceden tantas cosas tan atroces a jóvenes de esa tierna edad, agradezco y recuerdo ahora con cariño (aunque no siempre fue así) esa época tan noble en la que todavía me tocó vivir.
En fin, aunque no prometo estar 100% día y noche, porque no siempre estoy para escribir como en aquellos años que inicié este experimento, estaría padre poder venir de regreso a menudo para contar alguna anécdota o hacer alguna reflexión de late 30s que de veinteañero no me cabía en la cabeza.
Adieu!
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